Desafortunadamente existe un mercado negro de leche materna entre atletas y culturistas.
Para algunos deportistas inconscientes, la leche materna se ha convertido en un alimento milagroso para conseguir ganar más masa muscular, hasta tal punto que en algunos portales de Internet la ofrecen como "el mejor suplemento que existe para mejorar su rendimiento".
En muchos foros de fitness hablan maravillas del consumo de leche materna sin tener en cuenta de que este negocio supone un gran riesgo.
El grave problema, es que como hemos dicho se trata de un negocio negro, y la leche materna con la que se comercializa no deja de ser un fluido corporal de una mamá desconocida, y a partir del cual, se pueden transmitir infinidad de enfermedades de la madre portadora, como hepatitis, VIH, incluso sífilis, entre otras.
Además esta leche, como podéis suponer, no pasa ningún tipo de protocolo de sanidad, no se pasteuriza, ni siquiera se mantiene a temperaturas adecuadas ni se usan envases estériles durante el proceso de compraventa, por lo que se considera 100% contaminada.
Y por supuesto, no hay nada específico en la leche materna que hará que los adultos ganen masa muscular, de hecho la leche materna tiene muchas menos proteínas que la leche de vaca; además de tener más calorías, más azúcares y más grasas, y el posible efecto beneficioso de sus vitaminas, minerales e inmunoglobulinas, no lo aportaría ya que su control y conservación no es correcta.