
Históricamente, las tallas pequeñas han sido populares en las épocas feministas.
Así sucedió en la década de los veinte y a finales de los sesenta y setenta. En todas las épocas ha sobrevivido una tendencia paralela que considera el pecho pequeño, incluso plano, como un signo de clase y estilo. Y el pecho voluptuoso se ha relacionado más con la sexualidad y una falsa ordinariez. Los nombres antológicos de la tendencia del pecho pequeño han sido las dos Hepburn: Katharine y Audrey. Y como representación americana del pecho voluptuoso compiten Pamela Anderson y Halle Berry.
Estos estereotipos que desde mi punto de vista son totalmente equivocados han condicionado mucho a las pacientes que quieren someterse a una cirugía de aumento mamario. Y para complicar más esta importante decisión, actualmente dado que la duración de los implantes es casi indefinida, la elección se hace incluso más difícil.
La experiencia de los cirujanos que nos dedicamos a este tipo de cirugía estética, nos dice que las mujeres deseamos tallas distintas según la edad. Mujeres jóvenes de entre 20 y 35 años desean una pecho más grande y "sexy".
La juventud permite que el pecho de gran tamaño luzca bonito y atractivo. En cambio las mujeres cercanas a los 40 años de edad prefieren un tamaño más moderado ya que igual que su estilo de vestir evoluciona, y algunos cambios corporales tras los embarazos se benefician más de un pecho más proporcionado.
A medida que vamos superando los 50 años de edad, las mujeres prefieren el pecho más pequeño, más cómodo, que no de un volumen extra al cuerpo que ya por si en la menopausia aumenta de contorno.
Y porqué no comentar, que las pacientes de más de 60 años que en su juventud se sometieron a un aumento mamario, valoran en muchas ocasiones retirar sus implantes.
Teniendo en cuenta que los implantes mamarios duran muchísimos años, cada vez más, imaginaros lo difícil de la decisión. Lo que puede encajar a un cuerpo y una mente joven, puede no encajar a la misma mujer pasados unos años.
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